jueves, 8 de enero de 2009

Attika ?

La escuche en un capitulo de Dr. House lo cual me llevo a googlear.

Attica, Attica

Dog Day Afternoon (Una tarde de perros) es un film dirigido en 1975 por Sidney Lumet y escrito por Frank Pierson basado en un robo real de banco acaecido tres años antes. La historía poseía todos los ingredientes necesarios para convertirse en un emblema de la posrebeldía sucia de los setenta. Al Pacino encarnaba a John Wojtowicz, un ex combatiente de la guerra del Vietnam que combinaba la bigamia (se "casó" en una ceremonia fantasmagórica con el transexual Elizabeth Eden) con la actividad delictiva, y que falleció el año pasado víctima de un cáncer.
El Wojtowicz construído por Pacino lograba el sensacional efecto de producir en el espectador una empatía instantánea por el socialmente desviado. Su grito "¡Attica, Attica!", refiriéndose a los disturbios en unas prisiones de Nueva York, llegó a convertirse incluso en una divisa de rebeldía callejera, y hoy está incluído entre las cien líneas de texto cinematográfico más populares.

Aunque de algún modo prefigurada por el cinismo de Bogart y el Film Noir, este posheroísmo típicamente americano había oscurecido sus rasgos, tenía más arrugas y era mucho más escéptico. Los tipos creados por Steve McQueen (Ralph ‘Papa’ Thorson), Robert de Niro (Travis Bickle), Clint Eastwood (Harry Callahan) o el mismo Pacino (Frank Serpico) estaban tan lejos del heroísmo ascensional clásico como lo estaría el Nueva York idealizado de The Fountainhead de Saigón.

La corrupción de la década "prodigiosa" casi había logrado obrar el "suicidio", según Paul Johnson, de la sociedad americana, cuyos nuevos modelos antiheroicos el cine ayudó a globalizar rápidamente. El signo característico era la ambiguedad del mal, junto con la impotencia del bien para obrar, como muestra el turbio amor al destino de Harry Callahan. Los personajes de los nuevos tiempos mostraban una actitud ambivalente hacia el sexo. Callahan odiaba la pornografía mientras que Wojtowicz arengaba a la sociedad transexual. Las supuestamente sexys chicas Bond no tenían ya lugar en el mundo pre-Punk. Por la misma época, Woody Allen consolidaba su arquetipo de neoyorquino tibiamente neurótico, aunque acomodado, capaz de sentir fascinación por un modelo de mujer tan poco clásico como Diane Keaton.

bueno esto dice todo supongo ¬¬

No hay comentarios: